El llamado síndrome (conjunto de síntomas) de fibromialgia, es altamente controvertido entre los especialistas de la salud, tanto en la corriente tradicional como en la medicina alternativa. Independientemente de las discrepancias, desde nuestro punto de vista, lo que ciertamente sí es relevante es que la persona deje de sufrir de los síntomas de dicho síndrome, que en ocasiones, se tornan insoportables. El tener la razón sobre la existencia de dicho síndrome y sus causas poco importa para la persona que lo padece, ya que para el individuo, el síndrome es tan real como el hecho de estar vivo, y su única necesidad es liberarse de ese abismo y recuperar el bienestar.
Aproximadamente 420 millones de personas en el mundo, en su mayoría mujeres, padecen de síntomas de fibromialgia. En general, dentro de la medicina tradicional se dice que un paciente con este síndrome no tiene posibilidad de curarse, y que su mejor escenario es aprender a vivir con su padecimiento. Es un hecho que la medicina tradicional no cuenta con medicamentos que sean efectivos para otorgar un alivio duradero y sin efectos secundarios, mucho menos una curación.
Sin embargo, SÍ hay otras alternativas efectivas al alcance de estos pacientes; la técnica de NeuroModulación o NMT nos ha brindado sorprendentes resultados, tanto para el tratamiento de fibromialgia, como para cualquier otro padecimiento. En , la evidencia que hemos presenciado en los pasados 12 años, nos permite afirmar con responsabilidad que SÍ nos podemos curar de la sintomatología de fibromialgia.
Para hablar de fibromialgia, es esencial abordar el tema de lo que llamamos “estrés”, que significa “tensión”. La palabra “estrés” se convirtió en un término que utilizamos como algo genérico, pero en realidad el “estrés” no es general, es decir, es muy específico. Algunos ejemplos claros son: abuso sexual, físico y/o psicológico, inseguridad, impotencia, pérdidas de todo tipo (seres queridos, proyectos, estatus, trabajo, bienes, libertad, entre otros), una sensación de inadecuación, relaciones destructivas, ambiente hostil en el trabajo, casa o ciudad, estar al cuidado de personas física o mentalmente enfermas, dificultades de tipo económico y/o legal, incertidumbre prolongada, sentirse constantemente amenazado; la lista es infinita y a la vez individual.
Todos estamos diseñados para sobrevivir a situaciones de “estrés”, y el cuerpo siempre usará todos los recursos que tiene a su alcance para lograrlo. Sin embargo, algunos de nosotros nacemos con una predisposición a una mayor fragilidad, o con mecanismos de adaptación y resiliencia disminuidos. (Resiliencia: capacidad de adaptación de un ser vivo frente a una situación adversa).
En algunos casos, un individuo que ha pasado un largo tiempo de su vida tratando de sobrevivir a la adversidad, puede que llegue el momento en el que los medios con los que cuenta para su supervivencia se vean sumamente mermados y la persona se sienta entonces rebasada. Es en ese punto cuando un sinnúmero de síntomas de toda índole puede aparecer y hacerse crónico. Esto es un testimonio común entre pacientes con fibromialgia.
Entre los síntomas más comunes están:
Fatiga excesiva que no corresponde a las actividades realizadas y que tampoco mejora posterior al sueño y/o “descanso”
Trastornos del sueño: insomnio y/o un sueño no reparador con una sensación al despertar de no haber descansado nada
Malestares gástricos como:
colon irritable, gastritis, reflujo, entre otros
Dolor generalizado que se ha hecho crónico
Vista nublada
Hipersensibilidad a algunos estímulos como ruido, olores y luz
Irritabilidad
Cefalea/dolor de cabeza
Adormecimiento,
en manos, piernas y/o brazos
Dificultad para concentrarse
Desánimo
Hipersomnia/sueño excesivo durante el día
Falta de fuerza en las manos
Confusión mental y/o dificultad para expresarse con las palabras adecuadas
Ansiedad
Rigidez (sobre todo al despertar y/o al levantarse de un asiento)
Necesidad de orinar con frecuencia y/o urgencia
Deficiencia en la memoria de corto plazo
Resequedad en algunas mucosas
Sensación o real edema/hinchazón de manos y pies
Depresión
Mareo ligero y/o desorientación
Ligera sensación de ardor en la piel
Aprehensión
Éstos son los síntomas que hemos encontrado más frecuentemente, aunque no todos los pacientes sufren de todos ellos. Los síntomas que sí son comunes en el síndrome de fibromialgia son: cefalea/dolor de cabeza, dolor generalizado, trastornos del sueño, fatiga excesiva y depresión.
Es interesante resaltar la correlación entre la diversidad de síntomas del síndrome de fibromialgia, y la siguiente conclusión del Dr. Selye (1907-1982). El Dr. Hans Selye, un gran pionero de la medicina e investigación, dijo en su libro: The Stress of Life (El Estrés de la Vida), “Un cambio no específicamente formado es aquél que afecta a todas o la mayoría de las partes de un sistema sin selectividad. El síndrome de estrés general afecta a todo el cuerpo”. Cuando se presenta el síndrome de fibromialgia, la afección involucra a casi todos los sistemas del cuerpo.
En nuestra experiencia con estos pacientes, hemos observado que todos, sin excepción y por diferentes motivos, llegaron a un punto en el que se sintieron rebasados por “estrés”. Al tiempo o posteriormente empezaron a notar sus síntomas, y por supuesto, la sensación de estar “estresado(a)” permanece mientras el resto de los síntomas del síndrome de fibromialgia estén presentes. Todo esto nos lleva a otra observación. Los pacientes con síntomas de fibromialgia están dentro de un círculo vicioso que los mantiene en un estado de padecimiento y sufrimiento continuo. Este círculo vicioso se puede explicar a grandes rasgos de la siguiente manera: la persona sufre de un estado de alerta, estado de alto “estrés”/tensión que se refleja a nivel mental y muscular, generando dolor y rigidez aparentemente “inexplicables” y que por lo general, conducen a un estado de ansiedad y/o depresión, que a su vez provoca trastornos del sueño, y por ende fatiga, estos factores, siguen alimentando el “estrés” que a su vez también deprime el sistema inmune. A esto debemos añadir que coexisten la desesperanza y el miedo a que esto no termine nunca, lo cual nuevamente resultará en más “estrés”, y depresión, entre otros síntomas.
Un tratamiento EXITOSO para pacientes con síndrome de fibromialgia
A través de los años, en hemos capitalizado nuestra experiencia y éxito en el tratamiento destinado a pacientes con síntomas de fibromialgia, así hemos creado un método sistematizado y a la vez adaptado a cada persona.
En disponemos de las metodologías más sofisticadas para llevar al cuerpo-mente a restablecerse. El tratamiento da como resultado la interrupción del círculo vicioso ya expuesto, y en su lugar emerge un círculo virtuoso, indispensable para sanar.
El tratamiento es NO invasivo y libre de medicamentos
Algunos de los extraordinarios cambios que se producen, una vez generado el círculo virtuoso, son:
El círculo vicioso se rompe y, en su lugar, se genera el círculo virtuoso que es indispensable para sanar
El sistema inmune restablece una función más apropiada a sus circunstancias
La coherencia y unidad vuelven al cuerpo-mente
El sistema nervioso revierte el estado de “alerta” en el que se encontraba
El sistema nervioso corrige las señales equívocas que solían exacerbar la sensación y percepción de dolor e hipersensibilidad a estímulos
El cuerpo se fortalece para responder de manera más adecuada ante los estresores
El cuerpo modifica el estado de inflamación innecesario
El paciente tendrá también mayor conocimiento de sí mismo, de sus circunstancias y emociones que antes experimentaba sin conciencia
Se liberan emociones adversas que han estado patológicamente ancladas en células, tejidos y órganos
El cuerpo optimiza la eliminación de toxinas y agentes infecciosos
Para , es una gran satisfacción tener la oportunidad de devolver la salud y deseos de vivir a nuestros pacientes con síndrome de fibromialgia.