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¿Te sientes como un(a) impostor(a)?

Por Diana Morales
Mind-Body Therapist
Psychologist & NeuroModulation Technique Practitioner

 

El 70% de la población vive con el “síndrome del impostor”. El síndrome que causa preocupación, ansiedad, depresión y estrés debido a la distorsionada percepción de ser un fraude y que en cualquier momento alguien “suficientemente inteligente” nos descubrirá. 

Lee este artículo para aprender a liberarte de este síndrome y empezar a disfrutar tus éxitos. 

 

Contrario a algunos de los rasgos del narcisista quien típicamente exagera sus logros, su capacidad y su auto importancia los desborda, las personas que se experimentan a sí mismas como impostoras tienden a minimizar sus habilidades y triunfos, y aunque éstos sean evidentes para los demás, ellos tienen la sensación de ser un fraude, de estar “engañando” a los demás. Sienten que su éxito es resultado de un golpe de suerte o que puede deberse a otros factores que, desde luego, no son atribuibles a ellos mismos. Esto no es modestia. Los “impostores” tiene la distorsionada percepción de que la gente que los rodea no se ha percatado de que “en realidad” están mintiendo a los demás y que tarde o temprano alguien, lo “suficientemente inteligente”, los descubrirá.

Los presos de este síndrome tienen un gran miedo al fracaso, se preocupan incesantemente y sufren de ansiedad. Esencialmente es un problema de falta de confianza, de compararnos con otros de manera desfavorable. Si es tu caso, te sorprenderá saber que, según los expertos, el 70% de la población vive con este síndrome. 

Hay una voz interior de crítica, de sabotaje, de no merecimiento; aunque estén saliendo bien las cosas, te preguntas, “¿qué estoy haciendo?” Tienes la sensación de estar engañando a los demás, de que eres un fraude y tienes miedo a que te “descubran”.

Algunos pseudo impostores prefieren mantenerse invisibles. Otros u otras no piden una promoción o aumento aunque claramente lo merecerían; se sabotean, no se atreven, y hasta dejan el éxito para otros. Si en tu trabajo te promueven o te proponen para encabezar algún proyecto importante, piensas que debe haber algún error en dicho nombramiento, que aquéllos que apoyaron eso deben ser incompetentes porque si “realmente supieran” acerca de ti y tu trabajo, eso no hubiera sucedido. 

Tal vez al recibir palabras de elogio o reconocimiento, tú no creas para nada aquello que el emisor, con sinceridad, expresa acerca de ti; en tu mente, quizás te torturas pensando que esa persona no sabe lo que está diciendo, y hasta te aventuras a apostar que esa persona puede ser tonta por opinar esas cosas maravillosas sobre ti.

 

Algunos “impostores” tuvieron una niñez cargada de estrés,  pero no siempre, y no necesariamente. Cuando niños, unos recibieron constantes críticas; nada de lo que hacían era suficiente o lo suficientemente bueno, así se generó en ellos o ellas una necesidad insaciable de probar o probarse a sí mismos que sí son capaces. Otros “impostores” vienen de hogares en donde hubo violencia intrafamiliar, situaciones de abuso de cualquier tipo, o en dónde había algún padre alcohólico. 

 

La Dra. Valerie Young, experta en el tema, nos habla de cinco sub tipos o, desde mi punto de vista, cinco maneras de compensar la falta de confianza de los “impostores”: el/la perfeccionista, el/la solista, la/el genio natural, la súper mujer/el súper hombre y la experta/el experto

 

El/la perfeccionista nunca se siente satisfecho(a) con sus logros. Le es difícil delegar pues teme que las tareas asignadas a otros resulten deficientes. El miedo al fracaso lo lleva a postergar o hasta paralizarlo al punto que se abstiene de llevar a cabo sus ideas por miedo a que su trabajo no sea perfecto. 

 

La súper mujer/el súper hombre se siente un(a) “farsante”; se auto impone una excesiva carga de trabajo como una manera de compensar su baja autoestima. Le es difícil tomarse tiempo libre para disfrutar de otras actividades. Naturalmente esto acaba por agotarlo(a), además de impactar negativamente sus relaciones personales.

 

La/el genio natural valida su capacidad en la rapidez y facilidad con la que logra dominar alguna habilidad; siente vergüenza cuando no lo consigue rápidamente y evita desempeñar tareas para las que no se siente capaz.

 

La/el solista no pide ayuda para sí, y es probable que rechace cualquier ofrecimiento de asistencia porque su autonomía es su intento por demostrar su buena auto estima. 

 

El/la experta(o) mide su capacidad en lo qué y cuánto sabe o es capaz de hacer. Esta persona siente que nunca sabrá lo suficiente, y teme ser expuesto. Constantemente busca cursos y certificaciones aunque no le sean útiles para el momento que está viviendo. 

 

Si te identificas con el Síndrome de Impostor querrás tomar en consideración que la vida es demasiado corta para vivirla sintiéndote como un(a) impostor(a). Si piensas que ya tuviste suficiente de no reconocerte y apreciarte. En este momento puedes darte las gracias a ti mismo(a) porque eres capaz de esforzarte, perseverar y alcanzar el éxito. Te das permiso de seguir siendo exitoso(a) solo que ahora reconocerás tus triunfos y te darás permiso de disfrutar de la vida.

 

¿Qué puedes hacer para liberarte del Síndrome de Impostor? Aquí tienes algunas sugerencias terapéuticas.

 Si deseas atención personal para esta cuestión o cualquier otro padecimiento, contáctanos: www.wefeel.mx

 

  1. Ante todo, debes recordar que un sinnúmero de personas se siente como tú. El conocimiento de que tú no eres inadecuado(a) por sentirte impostor(a) te dará un respiro de alivio. 
  2. En tu celular o en una libreta pequeña que puedas traer siempre contigo, anotas la fecha de cada día y debajo vas a escribir dos categorías: a) cada vez que te sientas como impostor(a), b) cada vez que logres no sentirte como impostor(a) en una situación en la cual comúnmente se sentirías así. Para cada caso, pones una diagonal “/” todas las veces que surja alguna de estas ocasiones. No es necesario escribir una explicación de la situaciones, la diagonal “/” será suficiente.
  3. El cerebro no distingue entre lo que es real y lo que tú crees que es real. Te sientes mal por el solo hecho de creerte un(a) impostor(a), más NO porque lo seas sin embargo, ya creaste ese patrón en tu cerebro. Ahora vas a crear un nuevo patrón neurológico en tu cerebro. Siéntate en una silla, durante dos o tres minutos respira de manera lenta, después contacta con “sentirte como un(a) impostor(a)”, observa como se siente tu cuerpo y las emociones que surgen. Sin abrir los ojos, ahora con la espalda recta, contacta con la sensación de “no ser un impostor(a)”, haz como si confiaras en ti aunque al principio lo sientas falso, recuerda que el cerebro no distingue entre la realidad y lo que concebimos como real. Ahora nota la sensación en tu cuerpo y las emociones resultantes. Sin duda, será algo agradable, si te permites llegar ahí. Una vez hecho este ejercicio, en tu vida diaria vas a hacer “como que no te sientes impostor(a)”, y que confías en tu capacidad. Entre más lo ejercites, más rápido habrás creado un nuevo patrón neuronal y el patrón del impostor(a) se irá desvaneciendo porque dejarás de reforzarlo.

Comentarios

  • MerryShits
    June 11, 2021

    The whole school thought I was going to star on Drake and Josh: In second grade, I told everyone that I was leaving school before next semester to move to Hollywood to play Megan’s cousin from Vermont on Drake and Josh. At first I just told my best friend, but then the whole school found out. I had people coming up to me and asking me for my autograph and a teacher even asked for a picture with me. When I showed up on the first day of school in third grade, I told everyone that the show was going off the air after the season finished (even though I had no knowledge of when it was ending), and so they wouldn’t need me. AND THE SHOW ENDED AFTER THAT SEASON AND EVERYONE BELIEVED ME UP UNTIL LIKE 6TH GRADE BUT NOW MY BEST FRIEND WILL NEVER LET ME FORGET ABOUT IT AND I’M SO ANGRY.

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