¡Conoce a la persona con quien SÍ debes casarte!

¿Has andado por la vida sintiendo que algo te falta, que no estás completo, y que lo estarías cuando alguien más te amara? ¿Qué pasaría si te amaras a ti misma(o) de la forma que esperas que alguien más lo haga?

En mi práctica terapéutica, he descubierto a lo largo de los años que hay un enorme sufrimiento derivado de la manera en que las personas se relacionan en pareja. Un gran número de hombres y mujeres no se sienten completos por sí mismos y dependen excesivamente de la aprobación y afecto de su pareja.

Quiero compartirles una reflexión muy interesante de Tracy McMillan, escritora de libros y televisión. Tracy vivió una infancia de gran adversidad, inestabilidad, abandono y sufrimiento. Después de su tercer divorcio, entendió que ella no tenía una relación de compromiso con si misma, y por lo tanto, sus relaciones de pareja no eran duraderas ni satisfactorias.

La propuesta de McMillan es que antes de considerar casarte con alguien más, primero debes casarte contigo misma(o).

Cuando te casas contigo, lo haces para toda la vida, y haces votos tal como lo harías al  casarte con tu pareja. Por ejemplo:

Me quiero en las buenas y en las malas, tal como soy; me digo que aunque no tenga el peso perfecto, la figura perfecta, el trabajo perfecto o mucho dinero, soy digna de quererme y casarme conmigo mismo(a).

Me comprometo a estar conmigo pase lo que pase. Me perdono por mis “errores”, que en realidad, si aprendí y crecí a través de ellos, entonces no fracasé.

Me comprometo a cuidarme; tomarme de la mano y darme consuelo siempre que lo necesite. Seré esa persona en quien siempre puedo contar.

La realidad es que nunca nos sentiremos completos hasta que aprendamos a amarnos a nosotros mismo. Esto no es una postura egoísta. Cuando decidas casarte contigo mismo(a), todas tus relaciones cambiarán; al amarte tú, serás capaz de verdaderamente amar a los demás tal como son.

Si estás casado contigo mismo, no estarás buscando que alguien más te prometa que nunca se irá porque tú ya te comprometiste a no abandonarte nunca.

Recuerda que ya estás completo, no hay hombre, mujer, trabajo, estatus, cantidad de dinero, u otra circunstancia que necesites para estar completa(o) porque ya lo eres, sólo que no te has dado cuenta o te hicieron creer que no lo eras.

¡¡Compartan esta información para que los demás conozcan la persona con quien SÍ deben casarse!!